agosto 2024

Diferencias entre patatas nuevas y patatas viejas

¿Patatas nuevas o patatas viejas? ¿Qué diferencias existen entre unas y otras? ¿O es que nos sabías que existían diferencias?

Si lo sabías seguro que te sorprendemos con alguna diferencia más. Y si no lo sabías desde luego que este es un post que te va a interesar, y mucho. Así que no te pierdas ni una sola línea.

Lo primero que te vamos a decir es que, aunque a primera vista puedan parecer similares, las diferencias entre estos dos tipos de patata son significativas y pueden influir de manera decisiva en el éxito de tus recetas.

Eso sí. Lo que también te podemos decir es que si buscas patatas de calidad ya sabes dónde están. Las tienes muy cerca de ti.

Las patatas, ese humilde tubérculo que ha alimentado a civilizaciones enteras, vienen en una variedad de formas, tamaños y texturas que se adaptan a diferentes métodos de cocción y recetas.

Vamos a empezar por la definición de que son las patatas nuevas y sus características. A continuación, haremos lo mismo con las patatas viejas y no olvidaremos ofrecerte una comparativa.

Lo dicho. Empezamos.

Características de la patata nueva

La patata nueva, alguna vez las habréis escuchado como patatas de primavera o de verano, debido a que eran las temporadas del año donde se cosechan. Sin embargo, hoy en día también existen las patatas de invierno o verdete que permite que tengamos patata nacional todo el año. Eso sí, en estos cultivos las toneladas de patata que se pueden cosechar son menores a las de primavera.

Su principal característica es que pasa muy poco tiempo desde que se recolectan hasta que llega hasta el consumidor, hasta tu mesa. Son cosechadas en su completa maduración normal, es la patata más fresca porque está recién recolectada y no pasa por un periodo de conservación prolongado. Al ser nueva y no contar con este periodo de conservación hace que tenga una piel más fina y una carne más blanca (aunque esto dependerá de la variedad), incluso con unas cualidades organolépticas y nutricionales muy superiores a cualquier patata.

Su tamaño y forma dependen de su variedad, al igual que su calibre y su uso culinario. Pueden ser perfectas cocinadas al vapor, hervidas, asadas o fritas. Su sabor las hace ideales tanto para platos elaborados como recetas más sencillas. Es decir, puedes hacer desde una ensalada de patata, un guiso tradicional ligero hasta como acompañamiento de los platos principales que elabores.

Características de las patatas viejas

Por otro lado, las patatas viejas o de conservación que también han sido cosechadas en su plena madurez e incluso han sido patatas nuevas, pasan por un periodo de almacenamiento y/o conservación prolongada para garantizar el suministro durante todo el año.

Como resultado de la conservación prolongada tienen una piel más gruesa y robusta. Vamos, que cuesta más de pelar.

Su contenido de almidón es significativamente más alto, lo que hace que si se conserva a temperaturas muy bajas el almidón se convierta en azúcar, se notará sobre todo al freír la patata que empezará a coger un color tostado/negro eso significará que el almidón se ha convertido en azúcar y además que no es la variedad indicada para freír.

Las patatas de conservación son, para muchos, las favoritas para hacer puré, y para hervir.

Diferencias más significativas entre patatas nuevas y patatas viejas

Aunque tanto las patatas nuevas como las viejas son fuente de carbohidratos complejos, fibra, vitaminas y minerales, las patatas nuevas tienen un sabor y cualidades organolépticas muy superiores a las patatas viejas, ya que su periodo de conservación es muy corto.

Por otro lado, las patatas viejas, al ser más densas en almidón, suelen tener un sabor más dulce que las patatas nuevas.

Desde luego, la principal diferencia entre estos dos tipos de patatas radica en su sabor y tiempo de conservación.

Las patatas nuevas, al ser más acuosas y menos almidonadas, son suaves y tiernas, ideales para platos donde se prefieren texturas más ligeras.  Por su parte, las patatas viejas, con su textura más seca y harinosa, son perfectas para recetas que requieren una patata más robusta que pueda soportar cocciones más largas y altas temperaturas.

Esto es todo lo que queríamos contar sobre las patatas nuevas y las patatas viejas. Como ves, para gustos colores. Lo que sí queda claro es que, dependiendo de lo que vayas a cocinar, te pueden venir bien unas u otras.